Competencias genéricas o transversales: las tecnologías de la comunicación y de información (comunicación oral y escrita), las lenguas (con especial énfasis en el inglés), las habilidades interpersonales, la capacidad de aprendizaje autónomo, y el compromiso ético, entre otros.
Competencias específicas para los profesionales del Derecho: la comunicación jurídica, la interpretación de datos económicos y contables, la negociación y conciliación, la resolución de conflictos jurídicos y las competencias procesales.
Competencias específicas de cada materia: estas competencias se trabajan mediante varias metodologías, como por ejemplo: lecciones magistrales, estudios y discusión de casos, resolución de problemas, trabajos individuales o en grupo, prácticas externas y aprendizaje autónomo.