Forma profesionales con capacidad para promover, prevenir, mantener o recuperar la salud como pilar fundamental del bienestar, y para rehabilitar o readaptar la capacidad funcional y vital de las personas con disfunciones del movimiento o discapacidades somáticas.
También desarrolla competencias para la mejora continua de la calidad, el trabajo cooperativo, la gestión y la administración de programas y servicios sociales y de salud, la educación y defensa de los derechos de los ciudadanos, la docencia y la investigación.