La formación que ofrece este grado prepara a los estudiantes para ejercer la profesión de Farmacéutico, que es el profesional sanitario a quien corresponden las actividades dirigidas a la producción, conservación y dispensación de los medicamentos, así como la colaboración en los procesos analíticos, farmacoterapéuticos y de vigilancia de salud pública (Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias). Los graduados en Farmacia también están preparados para participar en actividades para la promoción de la salud y prevención de enfermedades. Estas funciones se llevan a cabo en lugares de trabajo muy diversos, como oficinas de farmacia, en la industria farmacéutica, en hospitales, en laboratorios de análisis o en las administraciones públicas.
El graduado en Farmacia es, por tanto, el mayor especialista en los fármacos, los medicamentos y otros productos sanitarios, pero también tiene una amplia formación en otras áreas y puede colaborar con profesionales en ámbitos muy diversos, desempeñando en ellos tareas de gran interés para la sociedad, como las relacionadas con la gestión sanitaria, la docencia y la investigación.