Grados universitarios de tres años y másteres de dos

Sofía Riesco

¿Cuándo comenzará a implantarse? ¿Qué carreras se verán afectadas? ¿Supondrá un ahorro o un gasto? ¿Qué opinan las universidades? El Real Decreto que ha aprobado el Consejo de Ministros permite los grados de tres años, aunque serán las propias universidades las que decidan si deciden reducir la duración de sus titulaciones.

El Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros modifica la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. Actualmente existen carreras conformadas de 300 créditos divididos en Grados de cuatro años con 240 ECTS y Másteres de un año con 60 ECTS. Este sistema 4+1 podrá cambiarse por el 3+2 que pretende comenzar a implantarse en el curso 2015/2016.

Con el cambio se establece una horquilla que va desde los 180 a los 240 créditos ECTS en los grados, donde se deberán impartir todas las competencias básicas definidas en los planes de estudios. De este modo se reduciría un año de duración del grado, pero no en todos.

¿Cuándo comenzará a implantarse?

El Real Decreto establece que serán las propias universidades las que decidan qué Grados se pueden reducir a 180 créditos. Es un sistema voluntario para el cual no se ha establecido ningún plazo. Se trata de facilitar que las universidades que quieran implantar esta opción lo hagan de forma gradual, sin imponer un cambio de modelo, y no siendo necesario para el curso 2015/2016. Podrán comenzar a implantar Grados de menos de 240 créditos una vez entre en vigor el Real Decreto.

No obstante, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha acordado que no implantará este modelo hasta 2017. La CRUE defiende que no se dan las condiciones necesarias para implantar ahora un modelo distinto que pueda suponer un mayor desequilibrio en la oferta de titulaciones universitarias.

¿Qué titulaciones se verán afectadas?

Las carreras que se cursan en España que den acceso a profesiones no reguladas podrán ser las que se incluyan en este nuevo modelo. Las Ingenierías o las titulaciones de Ciencias de la Salud no se verán alteradas por este sistema, ni tampoco los másteres que habilitan para el ejercicio de una profesión regulada, como el de acceso a la abogacía y el de profesorado.

No será obligatorio cursar un máster, que ahora podrán pasar a tener 120 créditos ECTS. Desde el Ministerio señalan que sólo el 10% de las titulaciones requiere cursar un máster para acceder a un puesto de trabajo, y que en la gran mayoría de los casos el título de Grado permite acceder al mercado laboral.

¿Ahorro o gasto?

Una de las críticas hacia este nuevo modelo es que se incrementará el gasto para las familias, ya que los postgrados tienen un precio más elevado que el grado. La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) opina que el precio del máster debería ser equiparable al del grado, y ve inevitable que cursar un máster será imprescindible con el modelo 3+2.

No obstante, desde el Ministerio de Educación defienden que eliminar uno de los años del grado supondrá un ahorro para las familias, ya que “no tendrán que pagar un año adicional", según la secretaria de Estado de Educación, Universidades y Formación Profesional. Además, el Real Decreto establece que las medidas no podrán suponer incremento de dotaciones ni de retribuciones ni de otros gastos de personal.

Autonomía y flexibilidad

Según informa el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como el Grado se dirige a adquirir una formación más generalista y el Máster a una formación especializada, “las universidades podrán establecer las combinaciones Grado-Máster más idóneas para cada título y asignarles el número de créditos ECTS más adecuado."

Con este Real Decreto, dicen, se consigue una estructura más flexible de las titulaciones universitarias al establecer horquillas de entre 180 y 240 créditos que otorgarán una formación multidisciplinar a los egresados, permitiendo la utilización por parte de las universidades de múltiples combinaciones para configurar su oferta formativa, en función de las competencias a adquirir en cada titulación.

Acercarse a Europa

Equiparando la ordenación de los estudios universitarios a otros países de Europa, como Alemania, Francia o Reino Unido, se fomentaría la movilidad de los estudiantes, atrayendo a su vez a más extranjeros, como se pretende conseguir con la internacionalización de la universidad. Es uno de los puntos que defienden desde el Ministerio, ya que “facilitará a los estudiantes españoles la realización de Máster en el extranjero con duraciones acordes a las de los Máster impartidos en España."

Se espera que este Real Decreto facilite el acceso de alumnado extranjero a las universidades españolas, así como la creación de acuerdos para la obtención de dobles títulos entre una universidad española y una universidad europea.

Críticas al modelo

Una de las principales pegas a la hora de implantar este modelo es que el Plan Bolonia todavía no ha sido evaluado tras la primera generación de graduados. Según la CRUE, sería "imprudente" reformar el sistema de titulaciones universitarias cuando apenas han finalizado sus estudios las primeras generaciones del Plan Bolonia y todavía quedan estudiantes del plan anterior en las universidades.

"No se ha hecho estudio previo y las indicadores previos que tenemos lo desaconsejan", aseguraban algunos de los rectores de la conferencia, cuya opinión es que la nueva normativa generará "caos" en las universidades.

También sería un inconveniente las desigualdades que se darían entre Comunidades Autónomas, ya que podría existir la misma titulación con una duración distinta en cada región. Por ello, la CRUE quiere evitar la ruptura de la cohesión del sistema universitario español implantando el modelo de forma consensuada entre todas las universidades.

Por su parte, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) cree que “no se dan las circunstancias suficientes para abordar un cambio de esta naturaleza", y solicita al ministerio que desarrolle medidas que faciliten un debate previo y normativas para que la implementación sea adecuada.

Las universidades se oponen al 3+2

El rector de la Universitat Jaume I ha calificado la propuesta como "apresurada" y ha reclamado que una reforma de estas dimensiones requiere un proceso de reflexión y de consenso que el Gobierno no ha facilitado. Por su parte, la Universidad del País Vasco cree que se deberían analizar los resultados del sistema 4+1 antes de implantar un nuevo cambio porque "no es la decisión más adecuada."

La Universitat de Valencia reclama directamente la derogación del Real Decreto. La universidad ha mostrado su desacuerdo “con lo sustancial de las medidas" y “con la forma en qué se ha tramitado". El rector de la Universidad Complutense también se opone a la medida, y cree que la implantación del modelo "debería ser homogénea en el conjunto de las universidades y, además, no debería suponer un incremento de coste para los estudiantes."

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